Crítica – Anora (2024): Sean Baker, y la Crónica Social de los Invisibles

Esto de escribir de cine es complicado, pero hay películas que se presentan como irresistibles para ser diseccionadas, exploradas en sus partes más pequeñas y comentadas en sus sutilezas. Anora, 2024, es una de esas películas, una obra que invita a reflexionar sobre el arte cinematográfico y su capacidad para capturar las complejidades humanas.

Sean Baker, Tangerine,the Florida Proyect, consolidado desde hace años como uno de los directores estadounidenses más importantes dentro del cine de autor, reafirma su dominio del oficio con Anora. Lo más evidente de su obra siempre ha sido su enfoque en personajes marginados, pero lo que verdaderamente lo eleva a la categoría de maestro es cómo los aborda: los humaniza, los despoja de estereotipos y les da una profundidad pocas veces vista en el cine contemporáneo. Con esta, su novena película, Baker no solo perfecciona su estilo, sino que plantea un discurso visual potente y quirúrgico, demostrando que es posible hacer una obra ética y comprometida sin caer en condescendencias.

Desde el inicio, Baker muestra su forma de hacer cinéma vérité, crea espacios caóticamente controlados que sirven de lienzo para que sus actores brillen. La introducción de Ani/ Anora (Mikey Madison) es una prueba de ello, con un enfoque que combina el naturalismo de la improvisación y una planificación meticulosa desde la puesta en escena. Utiliza referencias y estructuras narrativas reconocibles —romance, road movie, drama y comedia—, pero las deconstruye con una precisión que hace que el espectador se sienta constantemente sorprendido. Su humor, peculiar y a menudo incómodo, invita a cuestionar si está bien reír en ciertas escenas, desafiando las normas convencionales de cómo abordar el sufrimiento y la adversidad en pantalla.

Anora / IMDB

Sin embargo, la verdadera brillantez de Anora radica en su capacidad para desmitificar a sus personajes y romper cánones sociales. No solo construye historias; crea retratos de personas cuyas acciones, motivaciones y contradicciones se sienten profundamente reales. Al hacerlo, plantea un trasfondo social que critica de manera sutil pero incisiva la obsesión del ser humano con el dinero y el poder. La película desentraña la “gran mentira” de esto: la ilusión de que puede otorgar superioridad o felicidad duradera. Además, se ancla en viñetas que enfatizan el discurso, como la escena en el avión de regreso a Las Vegas. En ella, Baker utiliza el espacio físico para coreografiar visualmente la división de clases, con una precisión que refuerza su crítica social..


A pesar de esta crítica social, Anora evita caer en una narrativa simplista de victimización. Los personajes son complejos, tridimensionales, y sus acciones tienen consecuencias que afectan el curso de la historia. Ani/Anora, interpretada con una intensidad conmovedora por Mikey Madison, es el alma del filme. Sean Baker ha comentado que escribió el personaje pensando en ella tras verla en Once Upon a Time in Hollywood (Quentin Tarantino, 2019) y Scream 5 (Tyler Gillett, Matt Bettinelli-Olpin, 2022) y Madison estuvo a la altura del desafío, entregando una actuación que equilibra vulnerabilidad y determinación. Su química con Yura Borisov y todo el elenco añaden una autenticidad que refuerza el trabajo de Baker como un gran director de actores.

Visualmente frenética por momentos, hipnótica y cautivante en otros, Anora es un filme que se siente actual, pero con sabor a ese cine propositivo, humanista que siempre será importante observar. Presenta a un director rompiendo sus límites narrativos, donde plantea las desilusiones como lo que son, transformaciones internas. Su final es quizás de los más memorables en mucho tiempo, es el sello de un artista que deja puertas abiertas, que entiende que el arte es subjetivo y que cada espectador puede dar significado al signo, desde la emoción del ser, siempre. 

Ficha Técnica

Dirección y guion: Sean Baker.

Producción: Alex Coco, Samantha Quan y Sean Baker.

Música: Matthew Hearon-Smith.

Fotografía: Drew Daniels.

Montaje: Sean Baker.

Reparto: Mikey Madison, Mark Eydelshteyn, Yura Borisov, Karren Karagulian, Vache Tovmasyan, Aleksei Serebryakov, Darya Ekamasova.

País: Estados Unidos, 2024.

Duración: 139 minutos.

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