Crítica – No me conoces

Con “No me conoces”, Nashla Bogaert debuta en el rol de directora, y en este trabajo, nuestra ¡It Girl! plantea muchas preguntas y parte de una afirmación desde su título.

Una ópera prima es una declaración de intención de su autor. En este primer ejercicio artístico evidencia sus mayores preocupaciones, pero sobre todo, traza, aun sin saberlo, la ruta en la que navegará con su arte. Con “No me conoces”, Nashla Bogaert debuta en el rol de directora, y en este trabajo, nuestra ¡It Girl! plantea muchas preguntas y parte de una afirmación desde su título.

No me conoces es una afirmación, como dije al principio. Recuerdo las primeras impresiones que escuché cuando se dio a conocer este trabajo. Todas venían desde el prejuicio que genera en algunos, el atrevimiento de hacer cualquier cosa en este país. Una cosa de valientes. Las leía y solo pensaba: coño, pero que buen nombre. Ciertamente, no la conocemos. El prejeit es una vaina real, me pasa a cada rato.

La identidad, eso de quienes somos y de donde venimos es la cuestión sine qua non para cualquier individuo consciente. Las respuestas de estas preguntas o su ausencia definirán nuestra existencia. Ante la duda, sobre las generalidades, Bogaert esta acompañada de autoridades en ese tema.

Entrevistados en primer plano, Dagoberto Tejeda, Pablo Mella, Xiomara Fortuna, Vicente Santos, José Duluc y Zoila Luna, nos hablan desde su experiencia sobre el constructo social de la dominicanidad. Tema muy importante para nosotros como individuos de un país tan accidentado como República Dominicana, cuya historia es una noticia en desarrollo, desde siempre, como brillantemente lo explica Pablo Mella, autor del excelente libro “Los Espejos de Duarte”. La gran sensibilidad que muestra Vicente Santos cuando habla de la creación de su arte y el marditismo que le arropa. La resiliencia de Xiomara Fortuna.

En este trabajo, Bogaert realiza las preguntas esenciales sobre la dominicanidad, su origen y nuestro reconocimiento e identificación como tal. Parte de esa generalidad para llegar a la pregunta natural y más importante: ¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo? A partir de ahí, la conversación es personal y el viaje se traslada a su pasado, su familia y a la infancia, ese lugar que por razones de seguridad, es siempre feliz.

Los viajes al pasado y reconocernos es parte de una tendencia que he notado en nuestro cine. Recordemos el documental Lo que se hereda (2022) de la directora Victoria Linares Villegas, en el que, a través de su tío, el director Oscar Torres trata de completar su identidad y busca las respuestas a sus preguntas en su familia. O, el caso de Tatiana Fernández Geara y su productora Cine Carmelita, en honor al cine que tenía su abuela en su provincia natal, protagonista de su próximo trabajo.

Si bien la parte introductoria, que se aborda la identidad desde lo académico, lo histórico, es una parte muy interesante de este documental, ahora bien, entiendo que el verdadero hilo conductor se teje entre Nashla Bogaert y Zoila Luna.

\"\" — La comunicadora **Zoila Luna**. Fuente: https://rccmedia.com.do/

Zoila Luna, reconocida comunicadora dominicana que ha enfocado su trabajo en la mujer y psicóloga de profesión. Poseedora de una mirada que te puede eliminar como los rayos X de Superman o enternecerse con las causas más nobles. Es la dama del buen decir, aunque te puede partir en dos, más rápido que cualquier lengua engilletada de la 42.

La conversación entre ellas es como estar en presencia de dos tiempos. La salida y la meta. La representación de todo lo que se viene hablando en todo el metraje. Desconozco si se pretendía en la concepción del proyecto, pero, así lo sentí, gracias a esa maravillosa edición de Israel Cárdenas.

Cada palabra de Luna es rehabilitadora, una palmadita en el hombro. Transmite esa certeza de alguien que ya caminó por ese lugar y que cuando te dice brinca, es porque ya cayó en ese hoyo. Ambas, comparten la perdida de su padre de forma inesperada y trágicamente. Desde esa ausencia, tuvieron que reconstruirse. Sabemos que la vida seguirá, sin importar si estamos listos o no. Ahora, vivirla desde la tranquilidad que da entenderse, debe ser un hermoso viaje. Ese abrazo, lo necesitábamos todos al final. El lugar seguro. Un cierre magnífico.

No me conoces, es buen trabajo, que invita al autoconocimiento. A esa realidad incómoda y prohibida de cuestionarnos. De hacer las preguntas necesarias, de investigarnos, de conocer nuestro pasado para entender el caos que vivimos en el presente. De aceptar. De sanar.

A todo esto, la realidad es que no sé si me identifico como taína o dominicana, o como una gran diva de Hollywood, que lo último es casi una convicción, lo que si tengo son muchas preguntas. Citando a Bette Davis en All About Eve (1950): “That\’s one career all females have in common, whether we like it or not: being a woman. Sooner or later, we\’ve got to work at it, no matter how many other careers we\’ve had or wanted”. Amén.

Escucha aquí nuestro episodio especial en Cinependiente…