NETFLIX: Entre papeles y calamares

Las dos producciones más populares en la historia de la plataforma Netflix tienen rasgos comunes. Una, La Casa de Papel, va sobre un grupo armado que prepara un asalto en La Casa de la Moneda. Bajo el mando de \”El Profesor\”, operan en base a un elaborado plan, lleno de estrategias y contingencias. Así, ejecutan su proyecto y se enfrentan al status quo ante la mirada fascinada de la población que, apuesta al triunfo de los anarquistas del Profesor, mientras desafían a las autoridades en duelo intelectual y armado.

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La otra producción es El Juego del Calamar. En esta serie existe un juego clandestino en el que los que pierdan morirán, pero quien gane, se hará con una enorme cantidad de dinero.Todos los participantes del juego son personas que, por una u otra razón, han sido aplastados por la herramienta de desarrollo sine qua non de la sociedad actual, el endeudamiento. La publicidad amigable invita a endeudarte, nadie requiere saber qué cara del sistema verá si, por cualquier caso, tus sueños no se hacen realidad en el tiempo estipulado. La serie proyecta el comportamiento del ser humano cuando es expuesto a la obtención de dinero.

Estas sinopsis, bien pudieran ser atribuidas a producciones originadas en la otrora Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas o en los Regímenes Cubano o Venezolano, pero no, La Casa de Papel nace en \”La Madre Patria\” y El Juego del Calamar en Corea (la Corea buena). Ambas producciones boicotean el esquema socioeconómico que rige la mayoría de nuestros países, el venerable sistema que convierte en bienes comerciales los más elementales derechos. Pero, ¿por qué estos contenidos se hacen tan populares? ¿Será que, allá en el fondo, todos somos anarquistas?

Como cinéfilo, y anarquista, por qué no, creo que efectivamente, todos sentimos que las cabezas que rigen el esquema en el que vivimos son voraces e indignas, nos dejan caer riquezas por goteo, mientras por su lado los grifos siempre están abiertos. Es por esto que el gran público se regocija con la posibilidad que proponen estas producciones: enfrentarlos, darles de baja, sustituirlos por más equidad. De mi lado, las veo con reparo, estas series son blandas, creo que la máquina tiene la habilidad de presentarse con envolturas que la desdicen, aparentan estar de acuerdo contigo, y al mismo tiempo exhortan a que no te pierdas la próxima temporada, y claro, no olvides suscribirte y darle like.

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