Texto por: Edwin Cruz

Bien dijo su director Pablo Larraín que este «Neruda» de 2016 es una antiobiografía. Usa fragmentos de verdades y hace un fresco, una película cubista que recorre el cine negro y el suspense de su verdadero creador: Fritz Lang. La mezcla de tiempos, nos remite a una estructura argumental y de puesta en escena conocida, porque el guionista Andrés Wood es el mismo escritor y realizador de «Violeta Se Fue A Los Cielos» (2011), retrato en gris de la auténtica cantautora Violeta Parra. Sin ser lo mejor de Larraín, reconozco que el director chileno puede hacer una película grande sin perder su identidad, sin volverse un antropomorfo de esos que dejaron su cabeza para llevarse la gloria.