Crítica – Ramona

En República Dominicana, el embarazo adolescente es un problema muy serio, que se ha tratado desde el Estado, de la única manera en la que sabe solucionar nuestros problemas más esenciales, a golpe de ley. Estas quedan en el olvido y nuestras niñas siguen exponiéndose a una temprana relación sexual sin educación, y siendo abusadas, sin mayores consecuencias. La impunidad es lo que prima en esta sociedad hipersexualizada, con una política estatal respecto al tema orientado a la inacción, que solo frente al cuestionamiento, se pone seria y cruza las piernas.

Ramona, es el segundo trabajo de la directora dominicana Victoria Linares Villegas, Lo que se hereda, 2022,en el que una actriz, Camila Santana, tiene que preparase para interpretar a una adolescente embarazada, y, en una búsqueda de acercarse a la problemática se prepara entrevistando a 15 jovencitas que están pasando por la misma situación. Esta película se estrenó el pasado mes de febrero, en el Festival de Cine de Berlinale como selección oficial de la sección Generation.

La estructura de este filme, podríamos decir que se divide en dos partes, el recorrido de Camila Santana, para construir su personaje y las jovencitas, las Ramonas, en un escape lúdico del mundo que habitan. A través de estos dos ejes, Linares Villegas aborda este tema tan difícil, alejándose de la explotación usual del tema.  

Camila Santana, se enfrenta al reto de meterse en la piel de un personaje que no conoce y cuya realidad está muy lejana de su cotidianidad, por lo que, recursos para construirla tiene pocos y no le queda de otra que acercarse para tratar de conocerlas. Como decía el maestro Stanislavski[1], sobre la labor del actor en creación del personaje desde lo auténtico, “…su tarea no es representar meramente la vida externa de un personaje. Debe adaptar sus propias cualidades humanas a la vida de esa otra persona y poner en ello toda su propia alma…” Santana, muestra una madurez en este trabajo, una evolución de lo que hemos visto en su carrera, y que, en Sol en el agua, 2021, demostró su valía, al descansar sobre sus hombros, la fuerza de toda la película y lo único destacable.

Esta exploración es un ejercicio de honestidad que realiza Linares Villegas, y un reconocimiento a través de Santana de la dificultad del tema y la responsabilidad que se asume al tratarlo. El guion, de Linares Villegas, junto a Diego Cepeda, es un trabajo sólido.

A las Ramonas, pese a su embarazo, afirman que aún conservan sus juguetes.  Ellas, aunque parezca increíble, todavía están envueltas en el manto de la ingenuidad, un aspecto que a lo largo del filme enfatiza la realizadora. Los ejercicios lúdicos en los que se ven envueltas, la teatralidad en lo de la huida para participar en un casting, la representación del salón de belleza, entre otros, suponen un escape momentáneo. Pese a todo, se trata de hacer una película, de esa locura de filmar, a las que se entregaron con verdadero entusiasmo. 

Ramona es una película difícil de categorizar, de ponerle la etiqueta de un género en específico, porque su estructura narrativa confluye entre la ficción y la no ficción. El carácter documental se encuentra en lo que denuncia, una tragedia nacional, un bucle de pobreza y atraso que tiene comprometido nuestro futuro y nos secuestra la esperanza.

En este pase de balance, pudiera decir que lo único que le resta es la misma intervención de la directora, resulta reiterativa, ya que su visión y postura constituye la película misma. Su voz, es la de Camila Santana, y la incomodidad que le supone no saber abordar de lo que trata. Hay que destacar que las muestra en el barrio y su pobreza sin exotismo. El mejor momento es el en que Camila Santana y Anderson Mojica, muestran a las Ramonas una posible escena y les piden, como se ha hecho en toda la película, que les den recomendaciones de como actuarían o lo “normal” en esas circunstancias. Lo que dijeron y el recuento de los hechos, fue una auténtica declaración judicial.

Victoria Linares Villegas es una realizadora que tiene muchas preguntas, y decidió que es a través del cine que pretende encontrar esas respuestas. Esto ya lo hizo en Lo que se hereda, un documental con el que se hace un retrato retrospectivo de la vida del director dominicano Oscar Torres y que, buscándolo a él, pretende encontrarse. El “yo” filmado, muy adecuado para los cineastas de estos lares.

El público, contra todo pronóstico, respondió positivamente al llamado y acudió a las salas a verla, algo atípico para este tipo de películas pero necesario por el tema que denuncia. El interés generado la rescató de la simbólica semana de exhibición.

Ramona es un trabajo que evidencia la evolución del cine dominicano, que ha encontrado en el género documental el espacio idóneo para mostrarnos y cuestionar nuestras realidades. Un reto para esta sociedad evasiva, que encuentra en el ruido, un remanso de paz.

Puedes escuchar aquí, nuestro episodio especial de la película Ramona en el podcast de Cinependiente

https://open.spotify.com/episode/5cHKi2bLAV67HMxQnNIkdn

FICHA TÉCNICA

https://www.youtube.com/watch?v=URh8PFZaVUY
Trailer de Ramona, 2023.

Dirección:  Victoria Linares Villegas.

Guion: Diego Cepeda, Victoria Linares Villegas, Maia Otero y Julia Scrive-Loyer. 

Actuaciones de: Yanibel Alcantara, Lesly Aybar, Raffy Brito, Donaida Favian, Martina Gomez, Ashley Lara, Dariana Marte, Yikaurys Modesta, Sherlyn Mota, Rocio Pined, Nicole Polanco, Francia Reyes, Camila Santana, Anderson Mojica y Victoria Linares Villegas.

Producida por: Pedro García, Jordi Gassó y Rafael Llaneza.  

Duración:  1 hora 21 minutos.

País:  República Dominicana, 2023.


[1] Konstantin Stanislavski, Un Actor Se Prepara.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio