Breves reflexiones sobre Spencer

I

En un lujoso Porsche se desplaza desnortada Diana Princesa de Gales; le acompaña una textura visual remitente a borrosa fotografía Paparazzi, de esas portadas de la revista Hola!; a continuación, se detiene en una cafetería pueblerina y, bajo el asombro de todos, desenfunda escuálida unas palabras que resumen el todo de este opus 9 de Pablo Larraín: “Estoy perdida”. Spencer es la historia de una mujer que busca reencontrarse. Que suelta las amarras de un poder que requiere dejar la humanidad en el vestuario con frecuencia entumecedora. La realeza británica es símbolo de grandeza, industria turística, pero también reducto anacrónico de la más absurda y enfermiza pleitesía.

II

Espacio (Una fría, frívola mansión para acampar), recorrido (Caminatas  desesperantes, redentoras de Diana en Steady Cam) y partitura (El mejor Jonny Greenwood hermanando la veta sinfónica real con atonalidades propias del free jazz y demás vanguardias sigloventistas), son pilares en los que se soporta acertadamente esta odisea unipersonal, de la que sale muy bien parada en sutilezas Kristen Stewart, en el papel que podría ser el más determinante de su carrera.

III

Acostumbrado a la recreación de las épocas y sus toques de terror, característica que es casi transversal a sus dramas hiperrealistas -La trilogía dedicada a la era Pinochetista con las excelentes Tony Manero(2008), Post Mortem (2010) y la menos contundente, No (2012)-,  a Pablo Larraín se le podría acusar por sus codas cinematográficas de pesimista-bordeando el cinismo- ante las posibilidades de un futuro mejor. Sin embargo, en Spencer la mirada al horizonte de Diana Spencer en el último acto, activa un fragor discreto.

IV

Con este nuevo filme culmina lo que aparenta ser una trilogía de mujeres liberadas del poder político (Jackie, 2016), del patriarcado y del modelo de familia tradicional (Ema, 2019, uno de sus mejores trabajos). Y pensándolo bien, Larraín ha de identificarse con estas mujeres atrapadas por ser disidentes ante un poderoso establishment. Él mismo proviene de una familia de clase alta más proclive al estándar de las derechas y sus películas muchas veces incomodan a los de esa acera. Pero tampoco le dan muchas alternativas a los de abajo más que un nihilismo suicida. Al parecer así ha resuelto su diatriba un talentoso realizador y su política ante el cinematógrafo.

FICHA TÉCNICA

Dirección: Pablo Larraín.

Guion: Steven Knigth.

Actuaciones de: Kristen Stewart, Timothy Spall, Sen Harris, Jack Farthing, Sally Hawkins

Cinematografía: Claire Mathon.

País: Estados Unidos / 2021.