Texto por: Edwin Cruz
Paul Verhoeven rejuvenece con esta densa propuesta que paradójicamente posee un montaje dinámico, haciendo llevadera la esquizoide agenda de una arpía que ha sido dinamitada por un lugar común maldito en su infancia. Isabelle Huppert brilla como siempre. Es que su perpetua frialdad, aunque nos remite por momentos a la monstruosa institutriz que encarnó en ‘La Pianiste’ de Haneke, me hace pensar que nació para este papel. Propuesta muy interesante que no deben perderse.
Cinependiente... 